Quienes Somos

 

¿QUIEN ES LA FUNDACION PUERTORRIQUEÑA DE ZARZUELA Y OPERETA?

 

La Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta, una institución sin fines de lucro cuyo fin es fomentar los géneros de la zarzuela y la opereta y ofrecer un taller a jóvenes promesas y a consagrados profesionales, fue fundada hace cerca de 40 años por un grupo de puertorriqueños encabezados por Ignacio Morales Nieva, Elsa Rivera Salgado y Samuel R. Quiñones.

Han sido años en los que el teatro Tapia, junto al de la Universidad de Puerto Rico, después la sala René Marqués del Centro de Bellas Artes y la Sala de Festivales, fueron los marcos donde estos géneros, tan unidos a nuestra historia musical de pueblo, se han venido representando sin interrupción. Un largo camino, un sinnúmero de actores, músicos y cantantes y una crecida cantidad de piezas y representaciones, han jalonado un camino que ha visto como estos géneros pasaban de los telones, las orquestas y coros reducidos y los vestuarios remendados una y otra vez, a las grandes presentaciones de hoy en día con orquestas de más de 40 maestros, coros de 40 voces, escenografías grandiosas, efectos especiales y vestuario a la medida.

 

HACIA UNA RENOVACION DEL GÉNERO

 

Ya para la década de los 80 se observaba un declinar de la asistencia a las presentaciones de zarzuela y opereta.

El teatro Nacional de la Zarzuela en Madrid preparó a principios de los 90 un estudio en el que, en líneas generales, señalaba que las nuevas generaciones educadas al amparo de la televisión, el video y la computadora, obligaban a reinventar el género y llevarlo a grandes producciones que lo convirtieran en un espectáculo.

La Fundación decidió seguir esas recomendaciones y comienza una renovación que la llevó a trabajar en tres frentes: la puesta en escena, los foros de las presentaciones y la asistencia de público joven.

En el primer apartado, la Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta comenzó por trasladar sus presentaciones a la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré. Nuestras presentaciones despidieron definitivamente los telones para dar la bienvenida a una escenografía basada en grandes construcciones y efectos plásticos conseguidos a través de la más moderna tecnología y elementos sugeridos.

De la misma forma se ampliaron los coros y la orquesta para que la puesta en escena y la partitura estuvieran a la altura de una gran producción de 40 componentes cada una.

En términos de dirección orquestal, escénica, escenográfica, coral y de vestuario, se buscaron jóvenes talentos puertorriqueños con la mejor preparación que entendieran la mística de lo que la Fundación estaba buscando.

En el apartado de los foros donde presentábamos el género, la Junta de Directores entendió que no nos podíamos limitar a una gran producción anual en Bellas Artes: la zarzuela había nacido con un fuerte sentido popular y había que rescatarlo de alguna forma.

Ello dio pie a que la Fundación se convirtiera en una productora, con todas las connotaciones que ello conlleva, y se hicieran presentaciones más modestas pero no por ello exentas de gracia y profesionalidad.

De esta forma nacieron iniciativas como la Bohemia de Zarzuela en el Caparra Country Club, la gira por los Pueblos de la Isla, el café teatro de zarzuela en diferentes restaurante y producciones para otras entidades, como fue el concierto de gala para el Aniversario de la Universidad Católica en Ponce y la función Pro-Fondos de los Servicios Sociales de la Archidiócesis de Mayagüez en el 2008.

El éxito no se ha hecho esperar y durante los últimos años de nuestras producciones en Bellas Artes hemos podido constatar un incremento anual en la asistencia de entre un 10 y un 15%, sin contar con que no podíamos anunciar la actividad del Caparra porque de antemano estaban comprometidos los 400 espacios disponibles y de que el restaurante El Chotis nos pedía que pensáramos en presentarnos dos meses en lugar de uno.

Lamentablemente, la crisis que ha afectado a toda nuestra sociedad, unido a leyes como la de los “envejecientes” han provocado una disminución de presupuestos y un ajuste en nuestras presentaciones que han afectado mayormente a los tamaños de la orquesta, el coro, los cuerpos de baile y la escenografía.

No obstante, La Fundación ha mantenido ininterrumpidamente su taller de trabajo abierto y no ha faltado a ninguna de las citas anuales con sus públicos durante todo este periodo de crisis económica.

 

PROGRAMAS PARA JOVENES

 

La Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta cree firmemente que el futuro del teatro lírico se encuentra en las manos de nuestros jóvenes: ellos serán las principales voces mañana y serán los espectadores que habrán de llenar nuestras salas.

Con estos principios en mente se han preparado dos iniciativas que han provocado excelentes resultados.

En términos de la participación en nuestras producciones, hace seis años la Junta de Directores  determinó que  no  menos  del  50% de  las  voces del  coro habían de ser estudiantes, tanto del Conservatorio de Música de Puerto Rico y la Universidad de Puerto Rico -ambas con programas de Música-, como de las diferentes escuelas de música del país. Además, se acordó que los papeles secundarios cantados serían interpretados por estudiantes avanzados, tanto en las producciones de zarzuela, como en conciertos.

En este mismo renglón y siempre que nuestros fondos lo permiten, se otorgan modestas ayudas de estudio para jóvenes cuya trayectoria lo amerita. Algunos estudiantes que han sido recipientes de estas ayudas lo han sido Clarigel Javier, Laura Rey, Jorge Sermini y Rosa Betancourt.

En términos de nuestra audiencia, la Junta de Directores igualmente aprobó una resolución mediante la cual todo estudiante en términos generales tiene un descuento de un 50% en el costo de la entrada a nuestras producciones. A esta medida, se une una segunda que le provee entrada gratuita a jóvenes de instituciones de acogida (maltratados, abusados, madres jóvenes solteras...) y a jóvenes y niños de las clases de música de cualquier escuela de Puerto Rico, siempre y cuando vengan acompañados de un adulto, generalmente el profesor o el tutor, que se haga responsable por los mismos.

Hoy, utilizando números de nuestras últimas tres producciones, hemos tenido una asistencia promedio de alrededor de 350 jóvenes, lo que nunca se había visto en una presentación de zarzuela en el Centro de Bellas Artes.

En los últimos dos años, hemos presentado el concierto Viva la Música!!! Dirigido específicamente para niños entre las edades de 4 a 12 años, donde los niños son parte integral del concierto, dándosele la oportunidad de subir al escenario y participar activamente en las diferentes canciones presentadas.  Esta actividad ha tenido mucho éxito, aún más cuando hemos podido, gracias a nuestros auspiciadores, llevar niños de hogares, residenciales, etc.., que de otra manera no hubieran podido asistir a estos eventos.

 

NUESTROS MAYORES

 

La Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta entiende y apoya totalmente el derecho de nuestros mayores de 60 y 70 años a disfrutar de unos beneficios en precio al momento de asistir a nuestras presentaciones. Ellos fueron y son los que han mantenido vivo el género durante mucho tiempo y a ellos les debemos mucho de lo que hoy podemos presentar en nuestros escenarios.

No nos cabe duda de que el impacto en nuestra recaudación es notorio y se puede cuestionar la bondad de esta normativa, pero mientras la empresa privada, el Gobierno y la Legislatura mantengan sus ayudas entendemos que es nuestro deber contribuir a devolver un poco de todo lo que nos dieron ellos antes con su esfuerzo y entrega y ajustar nuestros costos e ingresos a una realidad justa y meritoria.

 

UN ESFUERZO DE VOLUNTARIOS

 

Todo el trabajo de la Fundación lo realizan un grupo de voluntarios que no perciben remuneración alguna por su esfuerzo, incluyendo la totalidad de su Junta de Directores. Tan solo el Director Ejecutivo percibe una remuneración y es bastante modesta.

 

Audiciones, venta de auspicios, gestiones en organismos oficiales, venta de entradas, búsqueda de recursos, contratos, propuestas, publicidad, fotografías y comunicados, redacción de documentos y una multiplicidad de otras gestiones, son realizadas sin ningún tipo de remuneración, pero con la entera satisfacción de saber que cuando se levanta el telón todo un grupo de profesionales y estudiantes en escena y en el foso ofrecerán un espectáculo de primera magnitud a un público que de otra forma no tendría oportunidad de ver nuestras joyas del género lírico.

 

AYUDAS ESENCIALES

 

La ausencia de organismos rectores del género, como ocurre en otros países, hace que la zarzuela en Puerto Rico deba ser producida por entidades privadas sin fines de lucro.

En el caso de la Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta sus ingresos anuales provienen de un abanico de opciones muy diverso: 55% de la Legislatura, 28% de la asistencia del público a las diferentes presentaciones, 12% de donativos de instituciones y empresas privadas, y 5% de actividades diversas.

Es notorio el peso de las instituciones oficiales en nuestros presupuestos, de ahí nuestros esfuerzos por recurrir a la empresa privada para poder dismuir el impacto que causaría cualquier tipo de recorte y que siempre nos amenaza como una espada de Damocles sobre nuestras cabezas.

 

 

 

PRODUCCIONES

 

Durante los pasados años, la Fundación ha puesto en escena las siguientes producciones:

 

Los Gavilanes  (1999 y 2012)

La Viuda Alegre (2000)

Luisa Fernanda (2001)

La del Soto del Parral (2002)

Molinos de Viento y La Verbena de la Paloma (2003)

La Dolorosa y Las Bodas de Luis Alonso (2004)

La del Manojo de Rosas (2005)

El Murciélago (2006)

Cecilia Valdés (2007)

La Rosa del Azafrán (2008)

Antología “Entre Claveles y Faroles” (2009)

El Misterio del Castillo (2010)

El Huésped del Sevillano (2011)

Los Gavilanes (2012)

El Barberillo de Lavapiés (2013)

La del Manojo de Rosas (2015)

Cecilia Valdés (2016)

 

Solo esperamos seguir laborando para poder mantener un taller de trabajo tan necesario para nuestros artistas profesionales, nuestros estudiantes y nuestros músicos, a quienes de otra manera, se les haría imposible poder presentar unas piezas de teatro lírico con toda la magia y la grandiosidad que este género se merece.